"El mercado y el Estado tienen un gran potencial como aliados"
El último informe sobre pobreza y desigualdad en Latinoamérica de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe - CEPAL ha evidenciado cambios importantes respecto a la reducción de la pobreza y la indigencia en la región. Si bien el ritmo de esta reducción es menor que el mostrado años anteriores, hay un país que ha logrado cifras históricas de reducción cumpliendo incluso uno de los ODS más urgentes. Uruguay, país que históricamente ha estado muy bien posicionado en estas mediciones, ocupa el primer lugar entre los países latinoamericanos con menor pobreza. Agustín Iturralde, economista y Director Académico del Centro de Estudios para el Desarrollo - CED, un think tank que emite investigaciones sobre desarrollo humano y es una referencia en el debate público uruguayo, nos concede esta entrevista desde Montevideo para analizar las cifras de CEPAL y las nuevas pobrezas urbanas que asolan al continente.
1.- Según el último informe de la CEPAL sobre pobreza
y desigualdad en América Latina, Uruguay es el país con el menor índice de
pobreza en la región. La CEPAL ubica el porcentaje de uruguayos viviendo en
esta condición en un 2,7% de la población mientras el gobierno uruguayo estima que el porcentaje es de 7,9%. ¿A qué se debe esta diferencia?
La diferencia se debe simplemente a diferentes
umbrales de pobreza de una y otra línea. La línea de pobreza de CEPAL utiliza
la información relevada por el Instituto Nacional de Estadística pero impone un
umbral menos exigente que la línea de pobreza nacional fijada por el instituto
mencionado. Recordemos que en ambos casos se trata de estimaciones de la
pobreza por ingreso, es decir se es pobre si se está por debajo de un nivel de
ingreso monetario definido. En Argentina sucede algo similar: la línea de pobreza
nacional es más exigente que la de CEPAL por lo que la pobreza reportada por
CEPAL es menor que la reportada por el instituto de estadística nacional.
2.- Según el informe, Uruguay es el único país de
América Latina que ha cumplido el Objetivo de Desarrollo Sostenible - ODS de
reducir la pobreza a la mitad y de reducir la indigencia a menos del 3%. Sin
embargo, en una de mis últimas visitas a Montevideo pude observar un alto
número de indigentes en la ciudad. ¿Realmente ha menguado la indigencia? ¿Ese
2,7% de pobreza es sobre todo capitalina o hay departamentos donde la pobreza
es incluso más notoria?
De nuevo debemos recordar cómo se mide la pobreza y la
indigencia: se tratan de mediciones de los ingresos de los hogares. En este
sentido creo que es indudable que han disminuido ambas. Existen otras
problemáticas no monetarias en las que no hemos mejorado o incluso hemos
retrocedido. Las personas en situación de calle es claramente una de ellas, el
fracaso educativo y la violencia son otros ejemplos. Es por eso que, desde el
CED, hablamos de nuevas pobrezas. Hay nuevos tipos de pobreza que las
mediciones tradicionales (por ingreso) no logran captar.
Esta mejora del ingreso de los hogares se da en todo
el país. Actualmente Montevideo es uno
de los departamentos de mayor incidencia de la pobreza pero esta sigue siendo
importante en otros departamentos como aquellos del noreste del país que son los más relegados históricamente.
3.- ¿Qué son las nuevas pobrezas urbanas y cómo han
afectado al Uruguay?
Ser pobre no es solo el nivel de ingreso que recibe
una persona, también es el tipo de vivienda en que vive, la educación que
recibe, la pautas culturales de su entorno o el nivel de violencia al que está
sometido. La forma más extendida de medir la pobreza es considerando el
ingreso, eso está bien, es la simplificación que nos permite compararnos con
otros y con nuestro propio pasado. Sin embargo creemos que en Uruguay el énfasis en la baja de la pobreza por ingreso está invisibilizando otros
problemas profundos. Tenemos muchas personas que no son pobres por ingreso pero
que viven en asentamientos irregulares, tienen muy bajo nivel educativo y viven
en barrios con tasas de criminalidad de niveles parecidos a los de las ciudades más violentas
del mundo. De esas personas hablamos cuando hablamos de nuevas pobrezas.
WTC Montevideo
4.- Uno de los apuntes del informe de la CEPAL señala
que la disminución de la pobreza en Uruguay se debe a que las transferencias
sociales fueron tan o más importantes que el incremento de ingresos por trabajo
mientras en Chile esta reducción se debe a los nuevos ingresos de los hogares
con menores recursos. Dos modelos y resultados distintos obtienen los primeros
puestos en Latinoamérica. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Creo que ambos países tienen cosas interesantes para
mostrar al resto de la región. Uruguay fue históricamente uno de los países más
ricos y con menor pobreza, junto con Argentina. Eso le permitió financiar
tempranamente prestaciones sociales significativas. En este último período de
bonanza económica hubo un refuerzo de este modelo con un importante componente
distributivo. Por otro lado Chile es el gran ejemplo de avance reciente, desde
el fin de la dictadura redujo mucho la pobreza basado en un modelo económico
más liberal.
Es probable que Uruguay tenga que tomar algunas cosas
de Chile y viceversa. Los países exitosos son aquellos con una economía fuerte
basada en un sector privado que genere riqueza y empleo suficientes para
financiar buenas prestaciones sociales. Contrariamente a lo que muchas veces se
nos hace creer, el mercado y el Estado tienen un gran potencial como aliados.
5.- Los niveles de pobreza en Uruguay han sido siempre
bajos independientemente del gobierno de turno. Las cifras sobre la desigualdad
son en cambio desalentadoras. ¿Cómo han tomado el gobierno del Frente Amplio y
la oposición estas mediciones de la CEPAL con miras a las próximas elecciones?
Estamos entrando en una nueva campaña electoral. Este
año hay elecciones en Uruguay en el que se renueva el Presidente y todo el
poder legislativo. Es natural que cada partido trate de arrimar agua para su
molino. Cada grupo intenta mostrar la parte de la realidad que más le sirve. El
informe de la CEPAL muestra una parte de la realidad muy importante que es la
que el Frente Amplio intenta enfatizar. La oposición, en cambio, intenta poner
el foco en las desigualdades existentes, en
particular la educativa donde Uruguay tiene probablemente su mayor desafío, esta situación hace, por ejemplo, que 1 de cada 10 jóvenes del quintil más pobre terminen
secundaria.
Es importante remarcar que la desigualdad monetaria
también se redujo en Uruguay en los últimos años. Sin embargo, desde el CED,
trabajamos sobre la hipótesis de que la brecha sociocultural está aumentando en
la sociedad uruguaya. Indicadores educativos y de violencia dan indicios de
esto.
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Agustín Iturralde es Licenciado en Economía por
la Universidad de la República, Master en Estudios Políticos Aplicados por el
Instituto Universitario Ortega y Gasset y Master en Political Economy of Late
Development por la London School of Economics. Actualmente es Director Académico del Centro de Estudios para el Desarrollo - CED de Uruguay.
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