Una medalla para Kosovo

Foto: EFE

Majlinda Kalmendi, una judoka de 25 años se convirtió el pasado 07 de agosto en la primera deportista kosovar en lograr una medalla olímpica. Toda una hazaña histórica para un país que no es considerado como tal por algunas naciones del mundo y no tiene un asiento en la ONU.

Kosovo, sufrió una gran guerra a fines del siglo pasado producto del incumplimiento de las promesas de paz del gobierno de Slobodan Milosevic. El conflicto, que pudo llegar a ser tan grande como el genocidio bosnio, terminó con la intervención de la OTAN y el desgaste un gobierno nacionalista que había llevado a Serbia a 3 guerras en sólo una década. 

El 17 de febrero del 2008, Kosovo declara su independencia con el apoyo de Estados Unidos y el enojo de Serbia y Rusia. La Unión Europea saludó este acto, aunque algunos de sus miembros como España, con un problema interno con el País Vasco, se mostró contrario a la independencia. En Latinoamérica, Argentina y Venezuela no han reconocido tampoco la autonomía kosovar, aludiendo la soberanía de Serbia sobre sus territorios históricos. 

A pesar de este escenario, el esfuerzo diplomático de esta pequeña nación, la más pobre de los balcanes, logró encauzar el reconocimiento en 111 de los 193 Estados que conforman la ONU, sin embargo la entidad supranacional aún no la considera como tal para ingresar a su Asamblea General, el motivo de ello es la previsible censura de Rusia, aliado natural de Serbia, en el Consejo de Seguridad.

Bandera de Kosovo

En el 2009 el FMI acepta el ingreso de Kosovo a la organización, meses más tarde haría lo propio el Banco Mundial. El Comité Olímpico Internacional (COI) reconoció a este pequeño país como uno de sus miembros el 9 de diciembre del 2014, dejando la puerta abierta para que participe por primera vez en una justa olímpica. 

Con el inicio de los Juegos Olímpicos de Rio 2016, el estandarte kosovar se paseó por primera vez en un evento global de gran magnitud, la encargada de portarla y comandar la delegación de 8 atletas, fue la misma mujer que 2 días después obtendría la primera medalla para su país, y la primera, en general, de todas las naciones que otrora conformaran la gran Yugoslavia.